Com qui no vol la cosa ja hem arribat a la darrera setmana de #MuseosPro. Hem de dir que ha estat molt intens però molt reconfortant, llegint i participant amb posts i tuits, i veient les diferents cares de la feina cultural, que ens onvolucra a tots, estiguem vinculats directament al món museístic o no.
Avui us portem la darrera actualització, #DentroYFuera: quines relacions hi ha entre membres interns del museu i empreses externes?
Habiendo hablado ya del perfil, la formación y la contratación de los
trabajadores de museos, no hace falta decir que no todos son de la misma
índole: hay trabajadores de distinta clase, unos son directamente contratados
por el museo, otros son empresas externas, y otros son autónomos que trabajan
en momentos puntuales con el personal del centro.
Un ejemplo del segundo tipo serían los puestos de atención al público o
visitas guiadas, así como el personal de montaje y traslado, y en el caso de
los autónomos podríamos citar algún restaurador especializado. Como podemos
observar, el museo no representa una institución cerrada hacia servicios
externos, ya que dependiendo de su envergadura, debe prestarse a profesionales
de fuera. Por tanto, el museo siempre debe estar abierto a estudiantes,
investigadores, trabajadores especialistas, y evidentemente al público, al cual
va dirigido su contenido y toma sentido su exposición. De esta forma, con la
perfecta simbiosis del que llamaríamos “dentro y fuera” los espacios
museísticos cobran su auténtico sentido de velar para el patrimonio. Estas
relaciones no siempre son fáciles ni asequibles, ya que hemos contabilizado una
variedad de perfiles que pueden compaginar su labor y servicio en el museo.
Quizás en la situación en que vivimos, los perfiles que sufren un mal momento
son las personas con contratación externa, ya que investigadores y estudiantes
no representan un coste adicional al presupuesto de la institución. Por tanto,
uno de los perfiles que se ve sacrificado, a no ser de que el mismo museo
disponga de él, es el de los conservadores-restauradores de bienes muebles. En
estos momentos quizás se apuesta por un interés general para la gestión de los
espacios museísticos, como son los servicios de guías o merchandising, de esta
manera y de cara a la población, el museo sigue yendo en consonancia con el
frenesí urbano, aunque en su interior haya obras paradas, restauraciones a
medio hacer o montajes no del todo fiables. Por no hablar, además, de las
perjudiciales -aunque inevitables- diferencias jerárquicas entre los diferentes
ámbitos del museo, que hacen que, por ejemplo los trabajadores de empresas
externas, se consideren de inferior importancia dentro del museo -e incluso de
inferior capacidad intelectual- que otros departamentos directamente ligados
con el museo como el de documentación, por citar uno.
Para dar punto y final a nuestra reflexión, así como
nuestra participación dentro las jornadas de Museos Pro, queremos expresar
nuestra gratitud por haber formado parte de este evento que sitúa a las
instituciones museísticas dentro del panorama de la modernidad. En estos
espacios de reflexión se ha abierto literalmente el museo a los conceptos clave
que deben ser revisados y transformados para dar una mejor vida a nuestros
hogares del patrimonio.
I aquí la versió del web...
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